7 de enero de 2014

LA CAUSA GENERAL EN CARTAGENA 5

En la pasada entrada hacíamos una relación entre las salidas de presos de la cárcel y las sacas realizadas durante la guerra en Cartagena. No obstante, faltó relatar la saca más importante, la del 18 de octubre de 1936, siendo los individuos fusilados:
  • Alfonso Bruno Mesa
  • Eduardo Pérez Trillo
  • Damián Meroño Pérez
  • José Barrada Terry
  • Alfonso Gaytan de la Cruz
  • Fusto Sánchez Escobar
  • José de la Figuera y de la Cerda
  • José Manuel Moreno Guerra
  • Joaquín Madrid Visturia
  • Raimundo Torres López
  • Fulgencio Gómez Ros
  • Francisco Ruiz Soler
  • Juan Dorda Martínez
  • Vicente Maese Veloso
  • Nicolás Alfonso Hinojal
  • Ginés Castillo Montiel
  • Alfonso Cervantes García
  • Isidro Juan Martínez
  • Tomás Navarro Sánchez
  • José Iglesias Moncada
  • Eladio Inglés Cutillas
  • Vicente Fuertes Romero
  • Eugenio Cunchillos Vázquez
  • José Martínez Fortun
  • Pedro Marín Aparicio
  • Baltasar Dassy Boto
  • Eugenio Dassy Boto
  • Gonzalo Cabezas Lary
  • Miguel Vidal Ros
  • Julio Cardenal Navarro
  • Agustín Martín Montalbo
  • Luis Martínez Laredo
  • José María Pelegrin Rodríguez
  • Francisco Roselio Hernández
  • Emilio Bolea Martínez
  • Abelardo Labra Torrandel
  • Alfonso Valdivia Ruiz
  • Pedro Sabater López
  • Salvador Rodríguez Lizón
  • Ernesto Balabrea Palahi
  • Antonio Hernández Ruiz
  • José María León Palacios
  • Juan Martínez Sánchez
  • Joaquín Gutiérrez Serra
  • José García Mercader
  • Antonio Pascual Navarro
  • José Páez Ríos
  • Francisco Roca Reyes
  • Alfonso González Amor
Sin duda, esta saca está relacionada con el bombardeo de la ciudad por parte de la aviación rebelde ese mismo día. Se trató de uno de los primeros bombardeos sobre la ciudad con el intento de destruir el armamento soviético que llegaba al puerto, así como minar la moral de la retaguardia republicana, ya que los cartageneros alejados del frente se consideraban a salvo de ataques enemigos. Este hecho tuvo su respuesta por parte de las autoridades cartageneras con el fusilamiento de los nombrados 49 presos. El resto de bombardeo del mes de octubre, con menor virulencia, fueron mejor repelidos por los bastiones antiaéreos, y su respuesta contra los presos no derivó en una saca tan numerosas como la del día 18.
En definitiva,  tras el estudio de la pieza primera conseguimos averiguar que fueron trasladados al cementerio de los Remedios, donde fueron fusilados y enterrados. Además podemos crear un perfil sociológico de los encarcelados en Cartagena, pues la edad entre la que oscilaban era de 70 el mayor y 21 el menor, abundando las personas entre 40 y 50 años. Aquellas que superaban los cincuenta años preferentemente habían sido concejales durante la dictadura primorriverista o habían pertenecido a la Unión Patriótica. Los menores de 50, pero que superaban la treintena eran afiliados al Acción Popular, llegando a ser concejales durante el bienio radical-cedista. Por el contario, las personas menores de treinta años eran miembros de la Falange o a los requetés, sobre todo caminas nuevas. Pero, aunque de ideología distinta, todos eran católicos y habían apoyado el golpe de Estado del 18 de julio.

El estudio de las sacas nos lleva a plantearnos la actuación de la represión franquista, para con los funcionarios de prisiones. A esto, tenemos que indicar que en la pieza primera, en las páginas destinadas a los asesinados durante la guerra no queda señalado la persona o personas que realizaron tal acto, por lo que es difícil a partir de aquí conocer la represión franquista. Además, a través de la pieza tercera tampoco puede conocerse como fueron represaliados los funcionarios de prisiones, ya que al principio el fiscal de la audiencia provincial de Murcia deja señalado que los funcionarios no emplearon malos usos, como la tortura, contra los presos; que tampoco se organizó ningún comité rojo dentro de la prisión; que el trato fue siempre humanitario; y que el jefe de prisiones falleció en su intento de controlar la cárcel y evitar la anarquía en ella. Sea como fuere, en la lista que presenta a continuación el fiscal no realiza ninguna anotación sobre ideología política de los funcionarios de prisiones. Si bien, si que sufrirían la depuración departamental tras la aprobación de la ley de Depuraciones y de Responsabilidades Políticas en 1940.


En conclusión, el gran número de presos se produjo durante los primeros años, una vez que la guerra empezó a decantarse hacia el lado franquista en 1938 las salidas son más numerosas que las entradas. Es verdad, que no podemos conocer que ocurrió con aquellas personas, pues si es verdad que el 28 de junio de 1927 salieron 105 personas, según la tabla de Juan Martínez Leal no fueron víctimas de la represión, ya que en esas fechas solamente hubo tres muertos, por lo que deducimos que fueron trasladados a otra cárcel o simplemente liberados. Aunque también cabría la posibilidad de que fueran víctimas de una saca que no dejara constancia en ninguna otra fuente. No obstante, no podemos atribuir la cifra de fallecidos (419) a simplemente sacas de los reclusos, sino que debemos tener en cuenta las matanzas del España nº 3 y Río Sil.

Fuentes: 
-Causa General (digitalizada en el portal PARES)
Fotografía: 
-Región de Murcia digital
Bibliografía:
-EGEA BRUNO, Pedro María, "Cultura de resistencia y guerra civil en la base naval principal de la República. Cartagena (1936-1939",en DIACRONIE, Studi di Storia Contemporanea, nº 7, 7, 2011.
-EGEA BRUNO, Pedro María, "La represión al término de la Guerra Civil. El modelo de Cartagena, UNED, pp. 155-165.
-MARTÍNEZ LEAL, Juan, República y Guerra Civil en Cartagena (1931-1939), Murcia, Universidad de Murcia-Ayuntamiento de Cartagena, 1993.
-MARTÍNEZ LEAL, Juan, "El esfuerzo de guerra de Cartagena, Base Naval de la República", en GÓMEZ OLIVER, Miguel Carlos y RUIZ-MANJÓN CABEZA, Octavio (coords.), Los nuevos historiadores ante la Guerra Civil española, vol. 1, Granada, Diputación Provincial, 1990, pp. 21-44.
-MÍNGUEZ LASHERAS, Francisco, La prensa cartagenera en la guerra civil, Cartagena, Asociación Belenista de Cartagena-La Unión, 2000.

2 comentarios:

  1. PUES EL NÚMERO 50 ERA MI ABUELO, CRISPÍN PÉREZ RUIZ, LIBERADO PROVIDENCIALMENTE A PIÉ DE PAREDÓN. Y LA FAMILIA NUNCA SUPO NI QUIÉN NI POR QUÉ LE CORTÓ LAS ATADURAS DE LAS MUÑECAS Y LE DIJO QUE MARCHARA. QUIZÁ ALGUIEN CON CONCIENCIA Y EN AGRADECIMIENTO DE LAS MUCHAS OBRAS DE MISERICORDIA QUE HIZO CON GENTE MUY NECESITADA.

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  2. Vicente Maese, era mi tio, e ingeniero jefe en el puerto de Cartagena. Su viuda, ingresó como monja, tras la guerra civil y fundó el convento de las Adoratrices.

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